CARLOS ALVAREZ Y ROSENDO FRAGA EN EL CARI

La simpatía con que el público acompañó a los disertantes y que por supuesto se merecen no me inhibe de algunas reflexiones picantes.
El título de la conferencia compartida "Argentina. Escenarios Futuros" creaba expectativas más que justificadas, teniendo en cuenta el talento de los expositores.
Sin embargo....
1) Se trabajó con los datos de ayer y se analizó con vistas al día siguiente.
2) Sólo se manejaron elementos provistos por el panorama electoral y desde la política partidaria .
3)No se tuvo en cuenta los elementos dinámicos de una política exterior plagada de interrogantes y el sistema de alianzas y reagrupamientos que se está dando en América del Sur.
4) No se abrió juicio sobre la calidad institucional y su relación con las inversiones financiadas por organismos de crédito Internacionales.
5) Fueron ignorados los movimientos demográficos que por ejemplo en la Capital, llevarán a elegir uno o dos diputados menos en 2010.
Sin embargo......
1) Se enfatizó la coincidencia (de parte de Fraga) en los diagnósticos.
2)Una y otra vez se propuso una superación de la situación de desarticulación de las estructuras políticas partidarias a través de la creación de dos partidos que que expresaran la centro derecha y la centro izquierda , sin justificar el propósito a pesar de que excluye a minorías numéricas pero muy activas que no quieren derechas, izquierdas y menos centro.
3) No se tuvo en cuenta que la formación anacrónica que en materia política nutre a nuestros estudiantes universitarios se traduce en una prolongada actividad juvenil contestataria que finalmente hace que el sistema empiece a contar con su aporte alrededor de los 40 años, cuando ya son viejos . Así no habrá renovación sino libro de pases abierto todo el año.
En fin la idea de abandonar el día a día y proyectar para el mediano tiempo, parece compartida por todos pero practicada por casi nadie.
Mi propuesta: Tener lo imprevisible en cuenta y trabajar en su tratamiento desde la creatividad ó expresado de otra manera, no aceptar encargos limitantes de la imaginación.
Formas de cortesia de las que exhaltan coincidencias superficiales resultan un lujo por la pérdida de tiempo que significan en una situación de crisis.
A LAS COSAS!
QUE ESTE ES EL SIGLO XXI Y NO EL XIX.